Inicialmente, el espacio se encuentra vacío. Desde algún
lugar, los comediantes traen consigo la estructura escenográfica que condensa la idea
de artistas populares y trashumantes. La estructura escenográfica es un
artefacto rodante, que puede contener en sí, no sólo los objetos y muebles escenográficos,
sino que también alberga a los propios artistas. Es un carromato estilizado. Donde los
comediantes instalan la estructura, allí queda definido el espacio escénico.
La estructura es un esqueleto metálico que le permite al
elenco salir y entrar, ocultarse, colgar su ropa, maquillarse, cambiar de vestuario, etc, tal como si se
tratase de un improvisado camarín.
De fondo dos telones pintados que representan los
espacios de la obra: “Acto 1 y 3, la estancia; Acto 2, el hotel”. Los espectadores verán
primero a los abnegados actores colgando estos telones; luego los verán ingresar el
monumental perchero que servirá de patas, cajas y hasta de camarines durante la
representación.
Los artistas invaden el lugar vacío, lo pueblan, lo
colman de significados y luego se van, llevándose todo tras de sí. Quedará el público, solo,
con sus impresiones de la experiencia compartida.